En la novela de Aldous Huxley, "Un mundo feliz" la humanidad es ordenada en clases mediante técnicas de condicionamiento, de forma que cada uno acepta su lugar en el engranaje social. La sociedad es avanzada tecnolóciamente y libre sexualmente. En esta sociedad, la pobreza y la guerra han sido erradicadas, y gracias al consumo constante de SOMA (Una droga que elimina los sentimientos negativos sin efectos secundarios) existe en las personas la ilusión de ser permanentemente felices. Sin embargo, todo esto se ha alcanzado tras eliminar, entre otros, la familia, la diversidad cultural, el arte, la literatura, el avance de la ciencia, la religión, la filosofía o el amor.